17-08-14.
|
Ballena con los típicos pequeños crustáceos adheridos. |
Una visita “obligada”
constituye, cada año, la playa El Doradillo, pocos kilómetros al norte de
Puerto Madryn.
|
La Blanquita en el estacionamiento. |
De junio a noviembre
docenas de ballenas (Franca Austral) se acercan a esta costa para dar a luz, aparearse y brindar
impresionantes espectáculos de saltos y maniobras acuáticas.
Pronosticaban
buen clima y nos acercamos a pasar el día.
|
Cuevas naturales. |
La playa
està a la derecha de la ruta Provincial 42, que une P. Madryn con Península Valdez. Posee tres accesos, con distinto nivel de dificultad. Había muchísima
gente, algunos pasaban un breve momento, otros merendaban con el clásico mate,
otros comían abundantes asados y otros acomodaban, al caer la tarde, sus
motorhomes para pasar la noche en la costa y, con suerte, oír los sonidos que
estos inmensos mamíferos marinos producen.
Caminamos
bastante por la playa, persiguiendo a una que otra ballena mientras las observábamos
y hacíamos fotos. Durante las horas que estuvimos, hubo marea baja, por lo que no se
acercaron mucho a la costa.
Al final de
la tarde pudimos ver a varias de ellas danzando y jugando, una hizo acrobacias
permitiendo las fotografías de su oscura cola.
También
vimos cómo muchas gaviotas las molestan una y otra vez, picoteándolas para
comer la abundante grasa que poseen, lastimándolas en este proceso y, para
intentar protegerse, obligándolas a pasar más tiempo sumergidas o aumentar su
velocidad de natación. También vimos cómo con sus espiráculos les envían chorros
de agua o golpean el mar con la cola para espantarlas.
|
Gaviota picoteando una ballena. |
Un lugar tan
calmo, con un clima apacible, que hizo que nos costase volver a casa.