11/11. Todo empezó en Diciembre de 2010, al salir de mi última sesión de terapia. “No me veo viviendo en ningún lugar en particular” fueron mis palabras, ya con la sesión finalizada, y su comentario me condujo a entrar a una librería antes de ir para mi casa.
El libro, adquirido como un tesoro, fue alimentando (¿o haciendo presente?) nuestros verdaderos deseos. La emoción y energía que afloraba durante la lectura compartida (acordamos con Nelson sólo leerlo cuando estábamos juntos) iba materializando, mostrándonos lo que realmente queríamos hacer: viajar, pero no como turistas, como lo veníamos haciendo sino como viajeros, sin rumbo fijo y casi sin tiempos.
¿Cómo hacerlo cuando ya pasamos los 45, aún no llegamos a los 50 y somos de clase media?
Yo creo que cada elección abre un camino a recorrer y la fuerza que uno pone al tomar las decisiones influye en su derrotero. En mi vida puedo señalar claramente algunos pocos puntos “de inflexión” y, sin duda, éste: “Territorio en movimiento” es uno de ellos.
Decidimos usar nuestros ahorros en la que será nuestra futura casa, móvil de por cierto. Lo que siguió ya lo leyeron…
No hay comentarios:
Publicar un comentario