Bienvenida

¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


11 jul 2013

Templo Budista en Foz do Iguacú.


A pocos kilómetros del centro de Foz se halla este templo, un tanto distinto a lo que esperábamos, con estatuas de gran tamaño.




















Nos dio la sensación de ser un lugar con demasiado énfasis en lo turístico, permanentemente arribaban micros para hacer las consabidas fotos y partir raudamente, previo paso por el negocio que vende recuerdos.




Si bien es un lugar interesante, por la imaginería y arquitectura, nos hubiese gustado tener más información ya que no es muy habitual ver en Sudamérica un templo de estas caraterísticas.


Ciudad del Este

Dejamos la Master en un estacionamiento en Foz y cruzamos caminando a esta ciudad paraguaya.



Apenas pasada la frontera (nuevamente un río marca el límite entre dos paises), aparecen los negocios uno al lado del otro, venta callejera, galerías comerciales y docenas de personas que se acercan al peatón ofreciendo a viva voz los productos que ofrecen. No es necesario hacer trámite alguno si uno se queda menos de un día en el paìs vecino.




Hicimos compras de dos electrónicos, con cierta aprehensión, ya que a pesar de que eran en lugares recomendados, no teníamos precios actualizados de los mismos en Argentina. Tampoco pudimos probarlos ya que se venden a bulto cerrado. Posteriormente comprobamos que todo estaba en orden y el precio era conveniente.



Esquivamos autos en las calles (donde también hay puestos con mercadería), y gente en las pequeñas veredas atestadas, luego fuimos a almorzar a un pequeño restaurant donde lo primero que sirvieron fue un plato con mandioca hervida, al parecer es lo típico de aquí.
  

Foz do Iguaçú

19 a 21-05-13. Llegamos un domingo. La ciudad estaba desierta. Foz posee muchas avenidas muy amplias, arboladas. Otros días pudimos comprobar que hay muchos autos pero la conducción es absolutamente cómoda gracias a la sincronización de los semáforos, las amplias curvas, los suaves lomos de burro.


La única oficina de informes turísticos abierta era la que estaba en la Terminal de Ómnibus (Rodoviaria). Aquí hay varios campings, elegimos quedarnos en el Hostel Natura que si bien un poco apartado, queda camino a las cataratas y posee un entorno muy agradable, con instalaciones de primera categoría.


Los días siguen frescos y nublados, con mucha humedad ambiente, aprovechamos para leer bastante y esa primera noche hicimos pizza.



A pesar que el clima no mejoraba, salimos al día siguiente hacia el Parque Nacional do Iguaçú, queríamos conocer las cascadas del lado brasilero de este lugar, elegido como una de las siete nuevas maravillas naturales del mundo. 
 


A las 10,00 hs iniciamos el recorrido. Los tickets cuestan $R 33,35 por persona para los extranjeros, se puede abonar en efectivo o tarjetas de crédito o débito.




Desde allí se toma un bus con distintas paradas, conviene bajarse en la tercera y allí iniciar un sendero que lleva por el borde del rio Iguazú y ofrece increíbles vistas de los saltos, hasta llegar a una pasarela que lleva a la Garganta do Diablo y, por el otro extremo, a un elevador para ver otras panorámicas.






Uno queda empapado, y aunque siempre habíamos visto fotos de las cataratas con gente en remera, ese día sentimos frío, especialmente cuando el agua se colaba por la espalda a pesar de los abrigos.


 

Cielo gris, agua en tonos que iban del terracota al natural (en una misma caída de agua), ningún arco iris, brindaron un paisaje diferente al típico de las postales.





Escuchamos muchas aves pero sólo pudimos ver numerosos coaties, comiendo de los tachos de basura y acercándose a la gente para ser alimentados.




Hay muchas tiendas de recuerdos, de comida rápida y restaurants.


Cascarita en las Cataratas

Cascarita y su nuevo  amigo.


1 jul 2013

Largas rutas por Brasil


13 al 18-05-13. El lunes, tal como el pronóstico anticipaba, el cielo estaba despejado, pocas nubes aparecían a lo lejos, gráciles, pequeñas. Igualmente decidimos salir y enfrentar la larguísima carretera que nos llevaría a nuestro país, “nuestro país”, qué raro suena eso. Hasta ahora, hace un año somos extranjeros, bienvenidos visitantes que aparecemos en distintos lugares y somos, el 99% de las veces, muy bien recibidos. ¿Qué cambiará al ser recibidos en nuestro país? ¿Cambiaremos nosotros? ¿Seremos otros por estar en “nuestro país”?

No sabíamos aún por dónde íbamos a entrar a la Argentina, volver por Santo Tomé (Corrientes), o ingresar más al norte. ¿Por Paraguay? También nos surgió esa duda pero, en un punto, había mucho cansancio en este dúo viajero.

Antes de partir nos maravillamos de los empleados del gran hotel que llegaban por tandas, charlando, riendo, parecían adolescentes que se iban a reunir en vez de trabajadores que llegaban un lunes muy temprano a realizar sus labores. Los envidiamos.

A eso de las cinco salimos del estacionamiento, muy temprano a fin de evitar la hora pico. Habíamos encontrado en el mapa una cortada que nos llevaría al oeste sin pasar por Salvador.

Luego de hacer algunos kilómetros por rutas cercanas al aeropuerto (erramos una vez el camino), encontramos la Br 324, donde nos detuvo un segundo peaje. Le comento al muchacho que acabábamos de pagar pero nos dice, señalándose el logo en la chomba “es otra empresa”. Nos pregunta: “argentinos?” ,”Sí” contestamos a lo que responde: “bom viagem!”, tocándose el corazón. Nos encantó el gesto y nos olvidamos rápidamente de los $R 3 y algo que pagamos.

La ruta lentamente se empieza a llenar, parece que mucha gente trabaja para el lado de Feira de Santana, la primera población importante.


Hacemos noche en Vitoria de la Conquista, luego de manejar unos 516 cansadores kilómetros, pagar muchos peajes y transitar por una ruta en desigual estado. El clima, además de lluvioso estaba fresco, ya que nos encontrábamos a 912 msnm.

Al día siguiente otros quinientos kilómetros hasta Montes Claros, ya en el estado de Minas Gerais, el cielo sigue nublado y la temperatura en descenso.

Empiezan a aparecer las inmensas estaciones de servicio, las que ya hemos bautizado “ciudad camión”, al costado de la ruta. El lugar para pernoctar ya no es problema.


Hemos retomado la lectura de Séneca durante los largos trayectos. En la carta XXVII, cita a Epicuro: “La pobreza limitada a lo que manda la Naturaleza es riqueza”. La frase quedó vibrando en nosotros.

Otro día de conducción nos lleva a Patos de Minas, también Minas Gerais. Las inmensas “facendas” están planificadamente diagramadas, hay caña de azúcar (preponderantemente), soja, algodón, café, maíz.


Si el año pasado recorrimos parte de este estado y nos sorprendió su riqueza minera, hoy lo hace con su producción agrícola; hay también algunos bueyes, ¡cuánto añoramos la carne argentina!

También sucedió algo especial, conduciendo por la Br 365, intersectamos la Br 040, ruta que realizamos hace casi un año y que nos llevó a Brasilia. ¡Fue muy raro! Cruzar el derrotero anterior en este lugar tan apartado del mundo, hace que pensemos que realmente recorrimos muchísimos kilómetros en este tiempo.
Realmente conocimos lugares alejados, apartados del recorrido turístico habitual.

La ruta se alimenta del tráfico que va a la capital del país y a Belo Horizonte, la mayoría de las poblaciones son pequeñas. Las que elegimos para dormir, son las más grandes (contrariamente a lo que hacemos usualmente), tienen entre 300.000 y 400.000 habitantes, un número “manejable” para nuestros modos y expectativas.


Leemos el último texto de nuestro pequeño libro de Séneca que, sumado al que leímos el día anterior, nos confirmó nuestra sensación después de este tiempo de viaje. En la carta XXVIII del libro tercero, “Los viajes no curan el espíritu”, expresa: “Lo más importante no es adónde vas, sino quién eres tú que vas”.


El jueves 16 paramos en una estación de servicio en Sao José de Rio Preto, ya Estado de Sao Paulo, nos ponemos a charlar con un grupo de adolescentes que se encuentran en un micro escolar, son muy simpáticos y despiertos. El señor que trabaja en la estación nos avisa que hay baños con duchas. “No podía creer lo que tuve oportunidad de disfrutar allí. Baños comparables a los de un hotel cuatro estrellas, limpios, nuevos, inmensos, con duchas de agua bien caliente y muy abundante. El largo y reparador baño ayudó a relajar las tensiones diurnas. Confieso que me costo abandonar el lugar.”

El cansancio se va acumulando, ahora manejamos unos 300 km diarios y paramos a tomar mate a mitad de la mañana, los campos siguen viéndose bellísimos, en este Estado hay más ríos y pequeños arroyos.

Ah!! ¿Recuerdan que el año pasado estuvimos en el nacimiento del Rio Tiete, y subimos al blog fotos del ojo de agua que le da origen? Miren que tamaño tiene ahora, a unos 500 km de su nacimiento!


En el camino hay represas, puentes y cruzamos varios camiones que, por el tamaño de la carga que transportaban, deben transitar detrás de otro vehículo, que va anunciando con carteles que el tamaño del camión es extra grande y largo, debemos bajar a la banquina para que pasen. Creemos ver partes de aerogeneradores en algunos camiones, en otros elementos extrañísimos que parecían sacados de una película espacial. ¡¡¡ Ay Brasil que distinto sos!!!






Así llegamos el domingo 19 a Foz do Iguacú