Bienvenida

¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


31 ago 2014

A un año del regreso

01-09-14. Hoy hace exactamente un año que volvimos a nuestra casa después de los 522 días que vivimos en movimiento, a bordo de nuestra casita rodante. 


Queremos compartir con ustedes parte del poema y las palabras que nuestra amiga Nanci nos regaló antes de nuestra partida: “Ítaca es la utopía, la que “nos mueve a movernos”, la que inspira nuestra vida, nuestro viaje personal por este mundo.”




Son muchas las reflexiones, los cuestionamientos, los deseos. Un año después, no terminamos de volver.


30 ago 2014

Avistando ballenas.

17-08-14. 

Ballena con los típicos pequeños crustáceos adheridos.
Una visita “obligada” constituye, cada año, la playa El Doradillo, pocos kilómetros al norte de Puerto Madryn.
 
La Blanquita en el estacionamiento.
De junio a noviembre docenas de ballenas (Franca Austral) se acercan a esta costa para dar a luz, aparearse y brindar impresionantes espectáculos de saltos y maniobras acuáticas.

Pronosticaban buen clima y nos acercamos a pasar el día.

Cuevas naturales.
La playa està a la derecha de la ruta Provincial 42, que une P. Madryn con Península Valdez. Posee tres accesos, con distinto nivel de dificultad. Había muchísima gente, algunos pasaban un breve momento, otros merendaban con el clásico mate, otros comían abundantes asados y otros acomodaban, al caer la tarde, sus motorhomes para pasar la noche en la costa y, con suerte, oír los sonidos que estos inmensos mamíferos marinos producen.




Caminamos bastante por la playa, persiguiendo a una que otra ballena mientras las observábamos y hacíamos fotos. Durante las horas que estuvimos, hubo marea baja, por lo que no se acercaron mucho a la costa.


Al final de la tarde pudimos ver a varias de ellas danzando y jugando, una hizo acrobacias permitiendo las fotografías de su oscura cola.


También vimos cómo muchas gaviotas las molestan una y otra vez, picoteándolas para comer la abundante grasa que poseen, lastimándolas en este proceso y, para intentar protegerse, obligándolas a pasar más tiempo sumergidas o aumentar su velocidad de natación. También vimos cómo con sus espiráculos les envían chorros de agua o golpean el mar con la cola para espantarlas.


Gaviota picoteando una ballena.
Un lugar tan calmo, con un clima apacible, que hizo que nos costase volver a casa. 


4 may 2014

Las Plumas, Chubut

02.03.14. Las Plumas es un pequeño pueblo (605 habitantes según el censo 2001), a unos doscientos km de Playa Unión. Varias veces lo hemos visitado, es apacible, con bellos paisajes donde el río Chubut atraviesa la ruta nacional 25.



Aprovechamos un fin de semana largo y retornamos a este lugar, que siempre disfrutamos.

El río bordea algunas bardas, hay una playita, mucho verde y aquí la gente es tranquila y simpática.


Mantuvimos una amena conversación con una señora, mientras arreglaba su jardín con escultóricas rocas de la zona.



Una noche dormimos cerca al río, otra en el amplísimo lugar que dispone la estación de servicio.

Al día siguiente hacemos unos kilómetros más al este, con el fin de llegar a Los Altares, otro pequeño pueblo en el Valle de Mártires, pero nos detenemos unos 50 kilómetros antes, y la somnolencia y paz del lugar hace que, por esta vez, no sigamos. ¡Quedará para otro viaje!















Los Altares, como Las Plumas, es el paso obligado por la ruta nacional 25 (habitualmente bien conservada), de la costa este a la cordillera de los Andes, atravesando la Patagonia Argentina. 

25 mar 2014

Puerto Pirámide. Chubut

27 y 28.12.13.



Pirámide es un lugar mágico. Tanto en invierno, cuando es visitado por docenas de ballenas que concurren a aparearse o dar a luz a los ballenatos, como en verano, cuando (los días sin viento) se transforma en un lugar que parece alejado miles de kilómetros de la Patagonia, para convertirse en una pueblo atestado de turistas, con su playa de hermosa arena dorada recibiendo a los visitantes que holgazanean al sol o nadan en sus plácidas aguas.















La costa aquí es una pequeña entrada de mar, por lo cual las olas generalmente son suaves y amables.

Su camping es un lugar plagado de historias que tiene por protagonistas a todos y cada uno de los que hemos pasado por aquí.




Por si esto fuera poco, a partir de la disposición de la línea de playa, es posible observar maravillosas y larguísimas puestas de sol en el mar, ya que se encuentra al sur oeste de Península Valdez.

23 mar 2014

Punta Tombo

23.12.13.



No podemos dejar de viajar. Aprovechando que recibimos visitas muy especiales, partimos una mañana hacia el sur.

A 142 km de Playa Unión, y por rutas casi totalmente asfaltadas, se encuentra Punta Tombo, la reserva natural que alberga la colonia de pingüinos de Magallanes más grande del continente.
















Pasamos un día hermoso, disfrutamos del paseo caminando por sus senderos y visitando el cuidado Centro de Interpretación que, con su infraestructura renovada, se integra armoniosamente al entorno.





Finalmente: ¡casa!

01-09-13. Luego de 522 días y 47.735 km recorridos volvemos a casa.

Está igual y está distinta a la vez, es difícil de explicar. No podemos decir en qué ha cambiado; es la misma, pero hay un cierto distanciamiento en nosotros que hace que la veamos distinta. Posiblemente con los días esta sensación vaya desapareciendo, la volvamos a sentir plenamente nuestra.

Nuestros gatos nos reciben prontamente. Hay que aclarar que muchas veces, cuando viajamos unos días, se muestran reacios ante nuestro regreso. No se nos acercan, hacen como si nos ignoraran. Esta vez no, rápidamente recobramos los antiguos hábitos. Los modos de relacionarnos.



Estamos a unas semanas del inicio de la primavera pero el frío se hace sentir, como lo hará el resto del año a excepción (con suerte), entre mitad de diciembre y mitad de enero.
Miramos los montones de cajas con cosas empacadas y no nos dan muchas ganas de abrirlas, no hemos extrañado mucho a “las cosas”. Nuestras cosas.

Volver a trabajar, volver a hacer las actividades (antes) cotidianas, pagar servicios, comprar siempre en el mismo supermercado, son cosas que nos resultan extrañas, como alejadas de nuestra realidad. Y así fue por muchos meses. ¿Podremos volver a adaptarnos a esta situación? ¿Será “conveniente” hacerlo? ¿Ganaremos-perderemos algo al hacerlo?

Antes del viaje, hubo una realidad que fue la cotidiana, aquella que no se discute o problematiza. Ahora podemos verla desde otra perspectiva, como con cierta distancia. Aún no sabemos si volveremos a construir la misma de antes, o la experiencia del viaje supondrá (por no poder o no querer) un no volver a ese punto. Un apartamiento permanente de aquella forma de vida.




Por lo pronto tenemos muchas conversaciones y abrazos pendientes con amigos. Lugares y recuerdos, comidas y gestos con que reencontrarnos.

26 feb 2014

Santa Rosa. La Pampa

21 al 26-07-13. Nuevamente emocionados reencuentros con familiares y amigos.

Los relatos de las andanzas se continúan día tras día. En Santa Rosa, mucha gente estaba anoticiada del viaje, seguían el blog, preguntaban por nosotros a los conocidos.

Nos invitan a un programa de radio donde somos entrevistados con mucho afecto y simpatía por Eduardo. Aunque nos sorprende y desorienta con el tipo de preguntas, que hicieron que el relato sea más descriptivo y secuencial que anecdótico y dinámico como suponíamos que sería.

Suben el reportaje a la página de la radio, aquí dejamos el link: (http://www.laprensadiario.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=715:nota-a-nelson-cafardo-y-adriana-lombardozzi-recorrimos-el-mundo&catid=157:la-radio&Itemid=629) y se continúan las felicitaciones y comentarios.

A los dos días nos enteramos de que un diario está interesado en reportearnos. Ya más distendidos, nos acercamos y conocemos a Iván quien, seguidor del blog, nos hace preguntas específicas y puntuales. A las dos semanas, el resultado de la conversación saldrá publicado en Caldenia, el suplemento cultural del Diario La Arena, también de Santa Rosa. Nuevamente un montón de gente se asombra y divierte con nuestro viaje y todo lo que sucedió, nos sucedió y nos cambió en él y por él.


Campo labrado en La Pampa.

¡Mucho asado pampeano y vino argentino hace que los encuentros sean completos! La culminación fue el poder estar en el cumpleaños de uno de nuestros sobrinos, lo cual no sucede muy a menudo.

Otra vez la larga carretera hacia el sur.

Escapada a Gualeguaychú

19-07-13. En Febrero del 2008 fuimos a conocer los famosos carnavales de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos.
A pesar de que no somos de espíritu muy festivo, en ese momento fuimos gratamente sorprendidos por la alegría, emotividad y dinamismo de los mismos.
Ahora, a propuesta de una de nuestras hijas, volvemos a la ciudad a fin de tener una idea de cómo es en invierno.


Al principio nos cuesta reconocer en estas calles vacías, donde hay baja temperatura, el mismo sitio vibrante y jolgorioso del viaje anterior. De a poco vamos reconociéndolo, pasamos por lugares de viejas caminatas: la costanera, el hotel donde nos alojamos, el circuito por donde desfilan las comparsas.



Nos detenemos en el Parque Unzué, amplio espacio verde de 120 hectáreas, a la vera del rio que da su nombre a la ciudad. Aparecen el mate y las facturas para aprovechar el solcito. También disfrutamos de las aves que se acercan, mansas, tratando de conseguir algún trozo de comida.



Visitamos un antiguo frigorífico que operó hasta la década de los ’80 y fue cerrado por presuntas maniobras ilegales. El lugar inspira respeto, y lástima por los puestos de trabajo que se han perdido, por tantos metros cuadrados de imponente construcción, hoy sólo utilizados por palomas y, creemos, roedores varios.




















Somos unos cuantos los turistas que hemos aprovechado el fin de semana para acercarnos a Gualeguaychú. Nos dicen en un restaurant que, al ser favorecidos por el cambio, son muchos los uruguayos que cruzan el río para visitar esta zona.

Además del asado de rigor, compramos salamines y quesos de la región, exquisitos y artesanales.


Unas pocas horas de viaje por rutas en aceptable estado y el cruce del gigantesco complejo Zárate-Brazo Largo, nos devuelven a Buenos Aires (227 km).