Bienvenida

¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


28 sept 2012

Cuenca


13-09-12. Dejando Saraguro, recorremos un amplísimo valle en la cordillera de los Andes, lleno de parcelas de distintos verdes, con granjas, vacas, eucaliptos. Empezamos a subir hasta llegar a los  3230 msnm.

Se suceden subidas y bajadas. Cuando empezamos a atisbar, más al norte, hermosas cumbres nevadas, doblamos al oeste y, luego de un hermoso llano, arribamos a Cuenca. 


Como no tenemos los mapas de Ecuador en el GPS volvemos a la cartelería vial que nos lleva al mismísimo centro de la ciudad.
















En informes turísticos nos atienden muy bien, ofrecen folletos y, así, nos dirigimos al Parque El Paraíso, en cuyo estacionamiento podremos pernoctar.

El parque es bello, bastante amplio, rodeado por dos ríos, hay abundante vegetación y como todo lo que recorrimos en Ecuador hasta hoy, con variadas especies de pájaros.
Caminamos por la ciudad, recorremos las calles que bordean uno de sus ríos, y el Barranco del Tomebamba. Las edificaciones antiguas tienen un encanto muy particular, miran al río y algunas parecen que van a caer sobre él en cualquier momento. El rio corre velozmente entre las piedras, hay cuadrillas haciendo arreglos en las calles y veredas circundantes. Pasamos de largo el sitio arqueológico Pumapungo, llegamos hasta el estadio de fútbol y volvemos al auto, previo paso por el supermercado.



Nos proponemos ir a un camping a lavar ropa, bañarnos con comodidad y comunicarnos con la familia.
Durante más de una hora recorremos calles arriba y abajo hasta que lo localizamos, nos reciben una pareja de suizos y una de alemanes (éstos nos comentan que les llevó dos horas encontrar el camping). El dueño del lugar no parece muy preocupado por esta situación, nos cuenta de su vida y ¡pide que le preguntemos por la contraseña de wifi a los otros acampantes!

Visitamos con más tranquilidad el centro, el Mercado de las Flores, algunas iglesias, el Museo de las Culturas Aborígenes, en el que nos impactó la cabeza reducida, Tzanza, que nos presentaron casi en la mano.
















Recorremos librerías y compramos un clásico: “Huasipungo”. También caminamos por zonas no tan turísticas de la ciudad, lugares de conexión de transporte público.

Los días permanecían nublados y por la noche refrescaba, entonces decidimos ir a Guayaquil en nuestro camino a ¡La Costa del Sol!

Siete días en Saraguro


Lo más llamativo al llegar a este tranquilo pueblo de montaña es observar la vestimenta de sus habitantes, los Saraguro.


Los hombres con sus trenzas largas, sombrero, chaleco y pantalones hasta la pantorrilla (todo de riguroso negro). Los trajes de las mujeres están compuestos por una pollera que puede ser de color pero que luego es tapada por otra falda, “anaco”, de color negro, una blusa, generalmente blanca, saco de lana, preferentemente negro, rebozo negro y sombrero negro y blanco. La predominancia del color negro simboliza el luto por la llegada de los conquistadores españoles. 

Son llamativos los “tendidos”, multicolores tejidos en mullos.
Los aros, collares, pulseras y tendidos, realizados con mullos, son los elementos de color que realzan la femineidad de las mujeres de esta comunidad indígena.


Los habitantes del poblado son muy amables, muy comunicativos y curiosos.
Lo primero que hicimos al llegar a la ciudad fue dirigirnos a la oficina de Informes Turístico. 

Además de las preguntas de rigor, yo quería aprender la técnica de “tejido en mullos”, que es la artesanía que caracteriza a esta comunidad.
El empleado, amablemente me lleva hacia los puestos de venta y me presenta a las artesanas. Les explico mi deseo y me miran dudosas, sin decidirse a aceptarme como alumna. Finalmente la mayor de ellas, Balbina, me dice que sí y me invita a empezar la clase en ese momento, por lo que me acompaña a una tienda para comprar el material.




















A partir de ese día, y por el transcurso de los seis restantes tomé rigurosamente mis clases durante varias horas por día, en la vereda, junto al puesto de artesanía.
Alternativamente Balbina y sus dos hijas: Juanita y Martha me transmitieron sus conocimientos. Por momentos también se sumó María Rosa, la vecina de puesto.
















Esta experiencia fue mucho más que aprender una técnica, me sentí parte de la familia ya que constantemente llegaban al lugar los diferentes miembros, y charlaban afectuosos con esta “gringa” con la cual, dijeron, habían hecho una excepción al aceptarla.

Fue dura la despedida, aunque con muchas esperanzas de volvernos a ver. Ellas desean viajar a la Argentina para relacionarse con grupos originarios de nuestro país, además de poder expandir la venta de sus productos.

El domingo recorrimos la feria y comimos un rico cerdo horneado.

















Muy cerca de Saraguro, se pueden conocer los "Baños del Inca", en el Ecuador.



24 sept 2012

Loja



03 al 06-09-12. En Loja estacionamos en la Piscina Municipal, debíamos pagar estacionamiento desde las 10. 00 hs hasta las 00.00hs, u$s 1,5. Era un lugar tranquilo y seguro. Estábamos al lado del Parque Jipiro y de una feria de Integración Fronteriza.
















El parque es bellísimo, rodeado por la canalización de un río, con puentes internos, hay mucho verde, diversas especies de aves. Cuenta con varias hectáreas en las que hay edificios que representan a diversas culturas de todo el mundo, los mismos son utilizados para diversos fines (biblioteca, planetario, comercios, etc.).


















Frente a él se hallaba la feria. En la misma hay muchos puestos de revendedores de ropa, comida, música y algo de artesanía. Aprovechamos para asistir a la presentación del Circo Estatal de Rusia.

Familia de pic nic

Probamos la “empanada de verde”, cuya masa (frita) está hecha de plátanos verdes y rellena de pollo. A la mañana habíamos experimentado las “empanadas de viento”, también fritas, son empanadas grandes aunque casi vacías, un poco de queso es todo lo que se encuentra, el resto ¿se lo habrá llevado el viento?

El centro de Loja es colonial, aunque no nos impactó; se estaba llevando a cabo la celebración de la fiesta de la “Reina de El Cisne” una virgen a la que se le atribuye el milagro de traer lluvia en una época de importante sequía. En el camino hacia y desde aquí encontramos peregrinos, también llamados “romeros”, que caminando, en bicicleta o auto se dirigían a Loja o al santuario a agradecer o pedir. Diversas iglesias a las que entramos en Ecuador están llenas de gente.



Frente a la catedral hay bandas de música, ruidosos explosivos que nos asustan cada vez y monjas vendiendo rosarios.


Conocimos a Carlo, un sociólogo apartado por el nuevo sistema administrativo que el presidente Correa está estableciendo en el país. Nos cuenta muchísimo sobre la historia y el presente de su país, los conflictos por los límites, los cambios actuales en Ecuador, su situación familiar, con mucha franqueza y claridad. Hoy día subsiste vendiendo manjar (dulce de leche) en el parque pero cuenta con muchos proyectos. ¡Ojalá tenga la suerte que se merece!

Ingreso, casi, a Ecuador



02-09-12. Después de haber dormido poco y mal (por el casamiento, ver post Puerto Pizarro), partimos hacia el límite Perú-Ecuador.


Llegamos a un mismo edificio que comparten los dos países. Tramitamos la salida de Perú y, en el mismo mostrador, el ingreso a Ecuador. Como no teníamos sellados los pasaportes con la salida de Perú, no nos los quisieron sellar para ingresar a Ecuador. Nos seguimos moviendo con el DNI argentino y la Tarjeta Andina de Migraciones. 
Preguntamos a dónde debemos dirigirnos para tramitar la salida del vehículo de Perú, nos indican y debemos retroceder para hacerlo. Allí mismo vendían el SOAT (Seguro Obligatorio Accidente de Tránsito), pero la persona encargada no se encontraba. Tampoco la encargada de Aduana de Ecuador. Nos informan que a cinco kilómetros más al norte (territorio ecuatoriano),  podíamos hacer el ingreso del vehículo.


Realizamos los cinco kilómetros y nos piden el SOAT, explicamos la situación y nos solicitan regresemos a Huequillas, ciudad en el límite, para sacar el SOAT, fotocopias y retornar. Preguntamos si podremos conseguir el SOAT siendo domingo, nos responden que sí.
En Huequillas, los cinco comercios que recorrimos estaban cerrados, nadie nos quiere cambiar billetes de 100 u$s. En Ecuador el dólar estadounidense es la moneda de curso legal.

Hacemos noche obligatoriamente, a la mañana del lunes 03 conseguimos el SOAT, seis dólares para un mes, la señorita de la Caja se apiada y nos cambia, luego de pasarle un líquido verde al billete y así comprobar que era legal, un papel de cien. Nadie acepta billetes de cien ni de cincuenta dólares.

Volvemos a hacer el trámite de Aduana donde nos atienden muy amablemente y, sin siquiera mirar el vehículo, nos dicen que la velocidad máxima es de 90 km por hora, si uno conduce a 100 km/h, puede ir preso y ¡“Bienvenidos a Ecuador”!

Finalizamos el trámite veinticuatro horas luego de haberlo iniciado.

Simpàtico cartel

Tips Perù



- Hay peajes prácticamente en todas las rutas. La mayoría cuestan S/ 9,60 (Soles). La gran mayoría de las rutas están en muy buen estado. Muchas tienen dos carriles por mano, que pueden llegar a estar separados del contrario por varios metros.

- Por casi todo cobran, incluso la entrada a un muelle de un pueblo perdido cuesta S/ 1.
- Comer en lugares económicos cuesta unos S/ 6. Incluye sopa, un plato con arroz y un trozo de pescado o res y un vaso con infusión o té (no gaseosa). Sólo ofrecen cuchara y tenedor al comensal (recomendamos ir con las manos limpias).
- Durante todo el día se ven puestos en la calle y vendedores ambulantes ofreciendo, básicamente, comida casera, bebidas y jugos naturales. La mayoría de los productos a S/1 o 1,50.
- Hay infinidad de comidas y preparaciones típicas. Aunque uno se esfuerce, es imposible probar todas.

- En general, cuando uno agradece responden con un breve “iá” o “ya”.

- En muchos lugares, por ejemplo los colectivos informales o restaurants populares, a los extranjeros nos cobran más que a los locales.
- Al pagar con tarjeta de crédito o débito nos piden que presentemos la “Tarjeta de Extranjería” o Pasaporte.
- Es muy usual ver gente con la camiseta argentina de futbol, la original o con logos de comercios zonales.

- El combustible se mide en galones (un galón son 3,7 litros aproximadamente). El galón de diesel cuesta S/ 13,25.
- Hay estaciones de servicio de bandera y otras más pequeñas llamadas “grifos”. En todas es difícil calibrar las ruedas y cargar aire. Conviene ir a las “llanterías”, dónde aceptan o piden S/2 por el servicio.
-Todas las estaciones de servicio exhiben carteles donde se informa que está prohibido estacionar las 24 hs, por lo que sólo en dos oportunidades pernoctamos allí. En una nos quisieron cobrar S/10, luego no pagamos porque cargamos combustible.
- En las rutas, pocas estaciones de servicio aceptan tarjetas de crédito o débito.

- Hay muchos cybers y locutorios para llamadas telefónicas al exterior. La hora de Internet cuesta entre 1 y 2 Soles. Las llamadas al exterior son económicas.

- En cualquier momento es posible encontrar hombres orinando en espacios públicos, sin cubrirse demasiado. El olor a orina es casi omnipresente en casi todas las ciudades. Así mismo, escupir es un hábito constantemente ejercido.

- Los motocars siempre se las arreglan para tener prioridad de paso; tanto frente a los camiones como ante los peatones.
- Es usual el girar a la izquierda cuando hay semáforos en avenidas, aunque no esté explícitamente permitido.
- En la mayoría de las ciudades los taxis y los motocars, tocan constantemente bocina invitando a los peatones a subir.

- La mayoría de las radios pasan o baladas o salsa o regatón. Las que tienen una programación más variada mezclan éstos con otros estilos, entre ellos rock argentino (temas bastante antiguos). Se oyen muy pocas canciones en inglés. En la sierra la mayoría pasan música serrana.