En viaje hacia Posadas (capital de la provincia de Misiones), nos quedamos con ganas de ver
la casa de Horacio Quiroga y la del Che Guevara (donde éste pasó sus tres primeros años de vida), en el primer caso la vivienda estaba en
proceso de restauración, y para acceder a la segunda había que transitar un camino
de tierra lleno de barro y no nos atrevimos con la Blanquita, teniendo en
cuenta experiencias anteriores.
Nos recomendaron ir a
Montecarlo, pequeña población donde podríamos visitar un molino yerbatero.
Yerbatales a la vera de la ruta nacional 12.
Llegamos a la población y
somos sorprendidos por la cantidad de negocios con nombres de origen alemán; la
mayoría de la gente que cruzamos por las calles es rubia y alta.
En la empresa nos reciben
muy bien. Hacemos la visita guiada, la cual es muy interesante y en la que nos transmiten el cariño que sienten por la Cooperativa; además nos obsequian muestras de varios de sus
productos. Compramos yerba para regalar a la familia.
Desde el ingreso al país hasta aquí, por
la ruta nacional 12, se paga peaje y, en general, el estado es bueno.
Así arribamos a las famosas
ruinas de San Ignacio Miní, lugar renombrado en el turismo interno argentino.
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