Conversando sobre lo vivido
en el año, vemos ¡qué tan distinto ha sido respecto a los otros!.
Nos alejamos
momentáneamente de nuestras familias, trabajos, de nuestra casa y mascotas. De
la rutina diaria de todo eso que hacemos sin pensar, automáticamente.
Pero también, la vida se
repite en su ciclo y hubo embarazos y nacimientos, con los cuales nos llenamos
de alegría; también fallecimientos, por los que compartimos la tristeza de
nuestros amigos. Hubo nuevas uniones y separaciones.
Conocimos gente muy valiosa,
afectuosa y amable, quienes se alegraron con nuestro disfrute y entusiasmaron
con nuestro viaje. Tuvimos perdidas materiales, y varios golpes en la chapa de
la casita móvil.
No por esto dejamos de lado las cuestiones académicas. La Defensa de Tesis de la Licenciatura de uno de nosotros, marcó el cierre de una etapa de formación profesional, que se imbrica de distintos modos con este viaje.
Seguimos aprendiendo de
nuestro territorio, el que mantenemos, el que decidimos dejar atrás, buscando
encontrar otros que nos hospeden y podamos hospedar, aunque sea por momentos y
parcialmente.
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