31-03-12. Toda espera ¿llega a su fin?
De algún modo u otro, debe ser cierto.
La cuestión es que, tras innumerables disputas, ruegos, apuradas y contramarchas, el sábado 24 de marzo arranqué el, ya, motorhome de las manos de su alquimista (ver anterior post) y partí raudamente hacia casa.
Despedida de amigos, con cerveza y buen vino, al día siguiente madrugamos, llenamos el motorhome con todo lo que cabía, completamos el vaciado de casa, más despedidas y, rutas argentinas, hasta el fin….
Excelente viaje, incluso considerando las miradas de aquellos que nos cruzábamos en la ruta, ya que no teníamos cortinas y, previa etapa de sueño y etcéteras (comunes en los viajes largos) llegamos a la Reina del Plata bastante más enteros y algo más temprano de lo que creíamos iba a suceder.
El GPS nos dirigió a un sitio donde supuestamente íbamos a poder pernoctar. Arribamos pero no nos gustó mucho (de día caos vehicular, de noche “demasiada” soledad tirando a desamparo) por lo que nos dirigimos donde la inestimable Dagmar nos había dicho que durmieron ellos.
Fascinante lugar al que arribamos, dormimos excelente en un entorno muy agradable (si soportamos un momento la escenografía del capitalismo pudiente actual).
Estadìa en Puerto Madero
Reencuentro con la familia, abrazos, comentarios de los planes y anhelos. Todos con la mejor onda y predisposición. Hasta hoy todo perfecto.
Sabemos que por cuestiones afectivas y administrativas estaremos una semanita más aquí, la necesitamos.
Falta vacunarnos, comprar unas cuantas cosas. Aunque estamos descubriéndonos derivando a un sosegado simplicismo (nos da fiaca seguir llenándonos de cosas, fiaca o lo que podría ser la búsqueda de un esencialismo existencial, poner un freno a la búsqueda de ornatos y “cositas” que nos acompañen). Faltan también otras cosas que, sí, creemos serán útiles, por ejemplo polarizar los cristales.
En algún momento iremos comentando “todo” lo que el señor carrocero olvidó y/u omitió hacer/poner en el vehículo. Pero, más preocupante que esos olvidos, la pérdida de gas de la cocina que hemos descubierto, y el gas pasa por un lugar bastante difícil de acceder. Tarea para el regreso: hablar con ese hombre…