El vehículo reaccionó muy bien a las empinadas subidas, curvas
y contracurvas a varios metros sobre el nivel de mar.
El paisaje nos regaló variedad de colores, tanto del río
como de las formaciones rocosas que nos acompañaron todo el trayecto hasta la
Villa Nihuil. Impacta el contraste de las figuras modeladas por la fuerza de la
naturaleza que aparecen en la superficie, respecto al “fondo” multicolor de los
cerros.
“Almorzamos” mate, pan y salamín de ciervo y, a las 14.00 partimos hacia 25 de Mayo, Mendoza
Recuerden el Sosneado, ruta 40 km 3000, sandwich de jamon en la estacion de sevicio...
ResponderEliminarBesos y abrazos
Por ahora nos lo perdimos.....Abrazos!!!
ResponderEliminarHicieron rafting? Nos encantó ese lugar, tenía varios sitios para recomendarles, lástima que ya pasaron por ahí.
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