Aunque habíamos escuchado algo sobre O. Preto, era una especie de sonido, nada definido.
Como de casualidad nos propusimos pasar por allí en nuestro viaje y nos encontramos recorriendo otro trecho de la Estrada Real, camino que recorrió el oro desde que lo extraían de Minas Gerais para llevarlo a los puertos.
Atravesamos el poblado de Ouro Branco antes de arribar. Transitamos caminos de subidas y bajadas, curvas y contracurvas, alcanzando los 1.270 msnm, a la Blanquita, por momentos le costó bastante subir.
Puente de la Estrada Real |
Llegamos a Ouro Preto y otra vez, la sensación es increíble, es como retroceder tres siglos en la historia, calles empedradas, sinuosas, veredas mínimas o inexistentes y edificaciones de la época colonial.
Después de unos mates para descansar de lo difícil del manejo, visitamos iglesias y museos de arte sacro que se hallan en su interior. Lamentablemente no permiten sacar fotografías ni filmar, por lo que sólo obtuvimos registros exteriores de los mismos, nos quedamos con muchas ganas de hacer fotos de las increíbles obras de Aleijadinho.
Iglesia Ntra Señora del Rosario |
Iglesia de San Fco de Asìs |
Iglesia matriz |
Caminamos todo el día, finalizamos exhaustos, y no comimos feijoada, un eterno postpuesto de nuestro viaje.
Las calles angostas, las iglesias y el empedrado me recordaron (en parte) a Iruya en Salta.
ResponderEliminarBELLOO
Sí, bello!!!
ResponderEliminarPueblos que nacieron de la llegada de los europeos a estos pagos.
Habrá que ir a Iruya.