Salimos de Rio de Janeiro hacia el norte, poco después nos encontramos, otra vez, por encima de los 900 msnm, ¡nadie nos avisó que Brasil es un sube y baja!.
La ruta es hermosa, atravesamos, nuevamente, la mata atlántica, con todos los tonos de verde que existen, vemos a los lados del camino escaleras también verdes por el musgo que las recubre; cada tanto, en la dificultosa calzada, nos sorprenden pequeños descansos con construcciones en piedra.
Descubrimos que Petrópolis era el lugar de veraneo de Pedro I y Pedro II, emperadores de Brasil!! El camino que hicimos era el Camino Imperial que unía la ciudad con Río de Janeiro.
Al independizarse de Portugal, el Brasil se convirtió en Imperio, tuvo los dos Pedro como emperadores, hasta la llegada al poder de los republicanos, donde el segundo de ellos debió emigrar.
Durante el gobierno imperial en esta ciudad se construyeron palacios, iglesias y edificaciones notables.
No sabemos si nos pareció bien, pero en la gente, muy amable, tranquila, creímos percibir una mirada melancólica ¿del centro imperial que ya no son?
Las edificaciones que más nos llamaron la atención fueron: la Iglesia Catedral, el Palacio de Cristal, el Palacio Rio Negro y el Palacio Imperial.
En la catedral, San Pedro de Alcántara, construcción de estilo neogótico francés, descansan los restos de Don Pedro II, Doña Teresa Cristina (esposa), el Conde D Éu y su esposa la Princesa Isabel (quien abolió la esclavitud).
Finalmente, el Palacio Imperial está construido en estilo neoclásico, era la residencia de verano de Pedro II y Doña Teresa. Actualmente es un museo impecablemente conservado, así lo muestra la obligación de calzar pantuflas para recorrer las dos plantas. No se permite sacar fotografías.
Aquí se conservan muebles de maderas exóticas, algunos con finas incrustaciones, vajillas de cristal, plata, porcelana, la corona y el manto imperial, joyas y pinturas de la época; realizadas en diversos lugares del mundo.
Nos hicieron reflexionar, una vez más, sobre lo contradictorio del ser humano. Hoy pagamos para observar y ayudar en la conservación de elementos que pertenecieron a una categoría social elitista.
Tratamos de valorar, en definitiva, la capacidad de aquellos que trabajaron y ejecutaron sus ideas en la realización de cada pieza.
Tratamos de valorar, en definitiva, la capacidad de aquellos que trabajaron y ejecutaron sus ideas en la realización de cada pieza.
Qué hermoso!
ResponderEliminarMe encantó Petrópolis.
Parecerí aun lugar que quedó en el tiempo, hermosamente conservado.
El lugar ese con los paneles de vidrio INMENSO.
Lindo para sentarse a tomar un té y ver la lluvia caer!