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¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


7 ene 2013

Taganga, Colombia

Desde Cartagena hacia el este, el paisaje se hace màs àrido.



A pocos km de Santa Marta està El Rodadero. Ofrecen excursiones en lancha para conocer la casa del Pibe Valderrama.

El Rodadero

07-12-12. Acompañamos a nuestros familiares hasta el aeropuerto. Los cuatro quedamos un poco tristes pero el viaje continúa, nos rencontraremos en Argentina dentro de unos meses.
Estamos muy agradecidos de que hayan podido acompañarnos un trecho del camino, suponemos fue una experiencia también para ellos.

Al día siguiente partimos hacia el este y pasamos Santa Marta. Bordeando un angosto camino y, luego de cruzar un pequeño cerro, se llega a Taganga.

Pequeña villa que muestra un eclecticismo humano y cultural llamativo. Ediliciamente simple, y humilde, presenta numerosos bares sobre la playa, con techos de palmeras autóctonas, y algunos restaurants ruidosos.


Los botes de los pescadores, que ocupan buena parte de los quinientos metros de playa, enriquecen el paisaje con un toque pintoresco.


Recièn pescado y listo para vender.

Las calles son muy inclinadas, angostas, de tierra y piedras, excepto la principal. No podíamos estacionar con la Master, por lo que dormimos en un parqueadero “encerrado” que era el patio de una casa familiar.




























Es lugar de esparcimiento de colombianos y extranjeros. La música a todo volumen de cada uno de los locales produce un ruido atronador para el que pasea por las calles. Luego comprobamos que en algunas casas particulares también los dueños sacaban sus parlantes a la calle e “invitaban” a todo el mundo a que oigan la música que a ellos les gusta. Uno de ellos nos “convidó” su música hasta las 6.00AM

El calor infernal hizo que nos sentáramos en uno de los bares a tomar cerveza y contemplar el atardecer.


Por la noche el clima es de fiesta total. Mucha música, gente en las calles, artesanos de todo tipo y nacionalidad ¡tan distinto a nuestro lugar!

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