15-04-13.
Al bajarnos en la escala que
hicimos en Santarem, caminamos en busca de este museo, del cual teníamos una
vaga referencia de su existencia.
Fue realmente una
sorpresa que su dueña, creadora de las obras que allí se exhiben, sea la celosa
guía del lugar.
Nos sentimos muy
emocionados cuando apareció Diça,
de 92 años de edad, empujada en su silla de ruedas por una joven ayudante. Con
mucho orgullo nos guiaba por las vitrinas explicándonos sobre los diseños,
ideas, materiales y usos de cada vestido expuesto.
Mientras nos daba
la información, nos hacía tocar las muestras de las fibras naturales (hierbas,
pulpa de madera, entre otros), que ella llevaba en una cesta sobre su falda,
enfatizando que todas las prendas fueron confeccionadas sólo con este tipo de
elementos.
Entre las piezas
exhibidas pudimos observar la reproducción de un vestido hecho para una reina
belga y la de un mantel para el Papa Juan Pablo II, además de trajes
representativos de Santarem para la famosa fiesta Boi – Bumbá de Parintins.
En una segunda
sala nos mostró orgullosa los trofeos y diplomas recibidos y los productos que
tiene para vender: sombreros, carteras, caminos de mesa y carpetas. Todo elaborado
con fibras vegetales.
Me enamoré de la trama de los sombreros tejidos con
fibra de palma “buriti” que, al probarme uno, confirmó que debía venir conmigo.
Nos despedimos
afectuosamente y partimos enriquecidos por los cálidos momentos compartidos con
esta artista que, aún hoy con sus noventa y dos años, afirmó que sigue
trabajando con sus manos.
Qué divina la viejita!
ResponderEliminarArtista, creativa, ecológica. Alucinante los trajes que confeccionó.