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¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


16 ago 2012

Cuatro noches en Huacachina


26-07-12. Saliendo de Palpa hacia el norte, aparece una meseta con arena y piedras, grandes formaciones minerales disgregándose, hasta que, llegando a Huacachina, sólo permanece la finísima arena.




El oasis es una pequeña laguna, rodeada de palmeras e inmensas dunas. Construcciones antiguas denotan en el lugar, el esplendor económico del que gozaron algunos peruanos. Hoy se destaca por la presencia de turistas de todo el mundo que pueden practicar “sand boarding”, realizar “buggy tours”, o “ride horses”.
















La sensación es que, en cualquier momento, las dunas van a caer tapando la diminuta villa.


Al otro días ascendemos las dunas, es cansador pero el paisaje imperdible, lástima que la vivencia se opaca por los ruidos constantes que, incluso, se oyen sobre las dunas: los buggys con sus potentes motores y caños de escape no sólo producen fuerte y desagradable sonido, sino que activan las alarmas de los autos estacionados, los taxistas tocan bocina para atraer clientes y, además…



La primer noche dormimos perfectamente, la segunda (viernes) oímos música toda la noche. La gente se acerca al lugar, estaciona sus autos en las calles y bebe mientras oye música muy fuerte. La noche siguiente debemos levantarnos y buscar otro lugar para dormir. La cuarta noche (domingo) cuando estábamos a punto de movernos por el “ruido” musical, los vecinos se van y podemos conciliar el sueño. Una pena que un lugar tan pequeño ensordezca.

En Ica hacemos la visita guiada a una antigua bodega artesanal, conocemos los famosos pisco (el cántaro que le dá el nombre), degustamos varios, así como el vino que producen. Nos convencimos de comprar la bebida característica. A la salida, buscando otra bodega, nos metemos en una calle que termina siendo un sendero, no hay lugar para avanzar, en el intento de girar, la Master se incrusta en una especie de glorieta, confeccionada con madera muy dura. Finaliza con su lateral derecho superior bastante abollado.

Tristes volvemos a Huacachina.

Estos recipientes son los famosos "pisco" que después dieron el nombre a la bebida.

2 comentarios:

  1. Paisajes soñados!!
    Mis cariños y mis mejores deseos que sigan disfrutando de esta maravillosa experiencia!
    Besos Laura Lezcano

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  2. Gracias Laura!!!
    Esperamos estar transmitiendo y compartiendo un poco de lo que vivimos.
    Muchas gracias por tu comentario, nos hace bien saber que los afectos están cerca.
    Besos

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