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¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


17 ago 2012

Un día de regalos


02-08-12. Continuando por la Panamericana Sur hicimos lavar la Master cerca de un poblado llamado Asia, para que esté en condiciones al llevarla al service. El señor del lavadero, muy cordial, nos regala dos remeras (polo las llaman aquí). Continuamos y entramos a Chilca, para pernoctar.


Percibimos que aquí, como en Cerro Azul, no suenan bocinas insistentemente. Consultamos a unos policías por un estacionamiento para pasar la noche y nos recomendaron ubicarnos a un costado de la plaza, desde donde el Serenazgo podía visualizarnos mejor, para nuestra seguridad.

De pronto, oímos música en vivo cerca nuestro. Una pequeña procesión salió de la iglesia, cargando la imagen de María y una banda tocaba alegre música por detrás. Luego se ubicaron en el kiosco de la plaza, delante de un grupo de adolescentes que estaba ensayando coreografías de bailes de la sierra, con su propio equipo de música.
Escuchábamos la banda y veíamos a los danzarines ejecutando movidos compases que no coincidían con la música. Cuando la banda se detenía, había más coordinación entre música y baile.


La “cuadrilla” que organizaba esa noche el festejo, una cuadrilla para cada noche hasta el 15 de agosto, nos explicó de qué se trataba la celebración y nos convidó café y un sándwich de lomito, acompañados de dos estampitas bendecidas. Vinieron bien en la fresca noche.

Culminó la jornada con fuegos artificiales alusivos a la historia del lugar.




















Así, decidimos llamar a este día 2 de agosto como “El día de los regalos”: una pulsera, dos remeras, dos cafés, dos sandwiches y dos estampitas. Qué lindo!!!!

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