30-07-12.
Paracas Ciudad.
El lugar nos sorprende por su
pequeño tamaño y actividad turística. De aquí se embarca a las Islas Ballestas.
También es la playa a la que arribó la expedición libertadora del General San
Martín.
Es notorio el proceso de
embellecimiento de la ciudad, manifiesto en la ruta de acceso, la plaza, el
malecón; buen gusto y estilo conviven con las casitas antiguas, muchas aún sin
terminar.
Paracas Reserva Nacional.
El desierto y el mar.
La versión peruana se asemeja
un poco a la patagónica que conocemos: arena, viento, gaviotas y multitud de aves.
El trabajo esforzado del
pescador que pone, a cada instante, su cuerpo en juego.
Las redes, sus manos,
el sol, sus ojos,
la sal, su piel,
el mar, su oído,
el aire, su respiración.
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