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¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


23 mar 2013

Barinas


22-02-13.

El paisaje cambia llegando a Barinas.

Imagen siempre presente.



Luego de obtener informes turísticos en Corbatur, donde nos recomiendan un circuito cercano y otro muy alejado para poder observar fauna del llano, buscamos un lugar sombrío para pasar las horas del mediodía.

Añoramos las calles argentinas con sus veredas con árboles, en estos países de tanto calor se extrañan y hace que nos preguntemos porqué no existirá la costumbre o la obligación de que cada casa tenga sus árboles en la acera.

Llegamos al Parque De Los Mangos y encontramos la ansiada arboleda. Hay taxis y camiones de reparto disfrutando la sombra; el calor es agobiante.

Almorzamos cosas frescas y nos sentamos en un banco de plaza a ver las enormes iguanas bajar y subir de los altos árboles para devorar los mangos caídos. Rara situación ver estos animales que parecen prehistóricos con el paisaje del tránsito de la avenida, por detrás de ellos. Lástima que no teníamos la cámara de fotos para registrarlo.

Recorremos un centro comercial para aprovechar el aire acondicionado. Luego, averiguamos para estacionar en un Mc Donalds para pasar la noche, como nuestros amigos Dagmar y Dieter y, aunque nos permiten quedarnos, el comentario del gerente de que él no se quedaría por lo oscuro y solitario de la zona, hace que nos dirijamos, una vez más, a un puesto del Comando de la Guardia Nacional, que estaba cerca de allí.

Sin mucho entusiasmo, nos permiten estacionarnos pero a partir de las 22.00 o 23.00 hs ya que antes el lugar está ocupado de coches, con gente que acude a comer y a comprar.

El calor sigue siendo muy intenso, especialmente en la casita, por lo que, por primera vez en el viaje, vamos a comer una hamburguesa en un local de comida rápida y pagamos con tarjeta de débito.

Nos han avisado que el precio del dólar en Argentina sigue subiendo, por lo que preferimos utilizar esta forma de pago.

Acudimos al lugar para pernoctar pasadas las 22.00 pero está lleno, estacionamos bastante lejos del lugar indicado. A las 23.00 hs lejos de despejarse el lugar sigue llegando gente. Barinas, es muy distinto a otras ciudades en Venezuela donde a las 19.00 ya está casi todo cerrado. Nuestro cansancio hace que nos acostemos allí sin esperar a acercar el vehículo. A la mañana siguiente somos los únicos que quedamos en la cuadra, una situación que se ha repetido muchas veces, en distintos países: estacionar en un lugar abarrotado de autos y a la mañana ser los únicos que quedaron.

23 y 24-02-13.
Tomamos una de las rutas posibles para avistar flora y fauna de la región, pero llegamos hasta Socopó y no tuvimos suerte en ver animales detenidamente por allí.

Decidimos parar a orillas del río Bum Bum. Idea muy acertada ya que lo pasamos muy bien y logramos hacer unas cuantas cosas que teníamos pendientes.

Nótese la alta tecnologìa para el lavado del vehìculo.
También disfrutamos del río en el que estuvimos sumergidos por largo rato en las horas de más calor.


Una vez más nos llama la atención en este país, la relación que las personas tienen con su entorno y con los residuos que generan. Es normal ver a una gran mayoría de los ciudadanos tirar, con mucha naturalidad, los envoltorios, los utensilios descartables, las botellas, los pañales y todo tipo de elementos que ya nos les sirven, al lado de donde se encuentran parados o por las ventanillas de los autos.

Es una lástima porque los bellos paisajes se ven ensombrecidos por la gran cantidad de estos desechos.


Esa noche dormimos en la Estación de Servicio de El Corozo, en la que amablemente nos indicaron el lugar para estacionar.

Allí conocimos a Mercedes, la madre del dueño del lugar, quien al rato de una linda charla nos golpea la puerta de la casita y nos regala un kilo de la tan preciada Harina Pan (de maíz), para hacer arepas. Es el segundo kilo que nos regalan en estos tiempos en que escasea. ¡Qué gran gesto! ¡La actitud cordial y generosa de los venezolanos no deja de sorprendernos!

Después de mucho tiempo al volante otra vez.


Al día siguiente hicimos uno de los recorridos propuestos por Corbatur para el avistaje de fauna de los llanos.

¡Esta vez sí tuvimos suerte!

Ibis rojo y amigos.



















También aquí la extracción de petróleo afecta el ambiente.


Por suerte, las aves se resisten a marcharse.



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