07 al 09-02-13. Mérida era
uno de los pocos lugares turísticos de Venezuela que pensábamos visitar antes
de llegar al país.
El camino cambió
notablemente, las rutas se ensanchan, el tránsito es más ligero y la vegetación
disminuye.
En el Estado de Mérida se
nota el mantenimiento de los caminos y anexos. Las grandes macizos de piedra
del paisaje contrastan con los kilómetros de arbustos de flores fucsias, rosa y
naranjas colocados a los lados de las carreteras.
Nos dirigimos al Parque de
Las Heroínas, ya que teníamos el dato de que nuestros amigos alemanes habían
parado y dormido allí. La policía otra vez nos recibió muy amablemente,
aconsejándonos estacionar bien cerca de su puesto de vigilancia.
Lamentablemente nos
encontramos con que el teleférico, famoso por ser el de mayor altitud y
longitud en el mundo, hace cuatro años que se encuentra en reparaciones.
Las renombradas vistas a las
montañas nevadas no las pudimos disfrutar porque permanentemente estaba nublado
y con lluvias frecuentes.
Por otra parte, caminando sin
rumbo fijo por la ciudad, llegamos a su hermoso Centro Cultural, donde conocimos
a Emilio, que estaba vendiendo libros en un puesto de la entrada. Cervezas de
por medio en el bar del Centro Cultural, nos facilitó entradas para disfrutar
de una noche de Zarzuela con la Orquesta Sinfónica de Mérida y conocidos
intérpretes de la lírica.
Este conmovedor camarada, nos
recomendó la Librería del Sur, donde nos aprovisionamos de bastante material de
lectura a precios al alcance de todos y también nos invitó a una Noche de Trova
para el día siguiente, en la que él recitaría unos poemas.
Nos atrajo la catedral de Mérida,
según parece realizada a imagen de la catedral de Toledo. Se inició en 1803, no
se terminó hasta 1960.
Mérida es un lugar típico
vacacional para los venezolanos, por lo que cada día aparecían turistas que se
compraban los característicos gorros de lana y guantes con la leyenda de la
ciudad.
Nos enteramos que por pocos
días nos habíamos perdido el desfile de carnaval, ahora se encontraba transcurriendo
la Feria del Sol (sin sol) y había corridas de toros como modo de “festejo”, lo
cual nada tiene que ver con un festejo tal como lo entendemos nosotros.
Asistimos y disfrutamos del
concierto, pero lamentablemente no pudimos hacerlo con la Noche de Trova, ya
que al llegar al bar donde se realizaba, encontramos a Emilio muy alcoholizado
(está en plena etapa de separación), no podía hilvanar las frases e insistía en
invitarnos a beber. Como el inicio del espectáculo se había retrasado para
dentro de hora y media, preferimos irnos a cenar. La intensa lluvia y el estado
de Emilio, nos disuadieron de volver al lugar.
Como el clima no mejoraba y
no encontramos más actividades por hacer allí, decidimos dejar la ciudad y acercarnos
al Lago de Maracaibo cortando camino por la montaña.
¿Qué pasó con la relación de tamaño entre pedestal y busto? |
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