“Acá” contestan,
ya varios se quedaron. Estacionamos al lado de la auto bomba, bajo un alto
techo de cemento y protegidos del ruido de la ruta.
Con el estacionamiento asegurado, salimos a caminar por el pueblo. Tiene un intenso tráfico, recorremos la plaza y entramos a un negocio donde nos atiende ¡el mismísimo Charly García!
Es venezolano, sommelier y muy accesible para charlar.
Nos cuenta que estuvo en Argentina probando los famosos vinos malbec y, al enterarse de que pasaremos por Caracas, nos da los números telefónicos para llamar a su padre y a una persona muy allegada que posee un negocio de venta de esta grandiosa bebida.
Como pudimos
cocinar tranquilamente, cenamos unos ricos churrascos de res llanera (tres unidades por Bolívares 40).
¡Guardamos la ropa de invierno! Posiblemente no la necesitemos más hasta el regreso a Argentina.
A la mañana
siguiente vamos a despedirnos y se ponen a charlar, ¡los venezolanos siempre
tienen tiempo para ponerse a charlar!, “echar cuento” le dicen aquí.
Después de hablar
de Argentina y Venezuela, los presidentes y la gente, pedimos una foto como
recuerdo.
¡Guardamos la ropa de invierno! Posiblemente no la necesitemos más hasta el regreso a Argentina.
Foto: palabra
mágica. Llaman al resto de los compañeros y nos proponen hacerlas al lado de la
auto bomba. Al instante uno de nosotros ya luce un pesadísimo casco sobre su
cabeza.
Fotos y más fotos, intercambios de direcciones de mail y facebook.
La despedida se
hizo larga pero muy alegre y simpática.
de Rosario, puteando porteños y cocinando en Venezuela. Groso Charly !!
ResponderEliminarse nota 2 veces el entusiasmo de Guardar la ropa de invierno ;)
Parece que se notó la alegría! jaja ahora estamos disfrutando del calor, demasiado calor, de Brasil. Parece que siempre nos quejamos!!!
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