25-02-13. Después
de usar todos los productos “poxi” con que contábamos para pseudo reparar las
fajas plásticas del lateral de la Master (que se rompieron a raíz de un nuevo
golpe de la casita contra un poste de cemento en una infeliz maniobra), fuimos
a visitar el Jardín Botánico y Zoológico de la Ciudad de Barinas, que se
encuentran en la Universidad Experimental de los Llanos. Nos interesaba poder ver
más fauna de la región, ya que habíamos viajado hasta aquí exclusivamente para
ello.
La tristeza de vivir en un zoológico. |
Como casi todos
los lugares públicos de Venezuela, los encontramos muy abandonados.
Pero en
contraposición nos llamó la atención observar a mucho personal de servicio,
sentado, charlando durante horas, sin hacer ninguna actividad. ¡Una lástima!
Viajamos luego
hacia el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, de cuya arquitectura
teníamos referencia como “rara”. ¡Lo comprobamos!
Al marcharnos,
vienen niños a querer su propina por “cuidarnos” el vehículo (ya habíamos
pagado por el estacionamiento a la entrada del Santuario). Negándonos a lo que
consideramos trabajo infantil, les damos un puñado de caramelos. Contentos, nos saludan agradecidos
deseándonos Buen Viaje.
Nos dirigimos a la
ciudad de Guanare, donde pasamos unas horas en el Parque Los Samanes. Este
lugar, en algún momento debió ser hermoso, ahora descuidado, con pastos altos y
policías revisando las pertenencias a grupos de jóvenes.
Nos aconsejaron
por dónde ir y por dónde no. Entre los frondosos árboles pudimos ver hermosas
aves, ardillas y, lo que más nos sorprendió, enormes iguanas caminando (como si
fueran monos) de rama en rama por las copas de los mismos. Pudimos observarlas
desde abajo a través de la transparencia del follaje.
Cuando un policía
nos vino a buscar avisándonos que ellos se iban y recomendándonos que
saliéramos, nos trasladamos con la casita unas cuadras más hacia el centro.
Encontramos una
casa con su frente artísticamente pintado y a sus responsables en la puerta que
nos invitan a pasar. Se trata de La Nueva Casika, una casa abandonada y tomada
que funciona como Centro Cultural en el que realizan diversas actividades con alto
compromiso social. Diana, Alexander y Daniel nos pasan el facebook para su
difusión: www.facebook.com/nuevacasika
Después de pasear
por la infaltable Plaza Bolivar, visitamos la Basílica Catedral de Nuestra
Señora de Coromoto, con su antiguo retablo barroco de 1739 y un elaborado
sagrario de plata de 3,4 metros de altura, de 1765.
Al querer hacer
las compras de alimentos y limpieza necesarios, hallamos nuevamente que
artículos de primera necesidad escasean, por lo que hay que recorrer más de un
negocio para conseguir todo lo que uno busca.
En uno de los
numerosos mercados “chinos”, que están presentes en todo el país, se niegan a
pasar la tarjeta de débito porque creen que es de crédito, la que no aceptan.
Por ello ¡tuvimos que dejar toda la mercadería ya embolsada!
El intenso calor,
la gente apurada y la música a todo volumen de cada negocio provoca más energía
en el ambiente callejero. Se nos hace poco grato caminar por allí, por lo que
nos dimos por vencidos y nos fuimos sin haber conseguido muchos artículos que
necesitábamos.
Aparcamos en una
Estación de Servicio que atiende las 24 hs. Haciendo uso de los conocimientos
adquiridos en Bobures, hicimos arepas (a pesar del calor). Las arepas quedaron
ricas y nosotros ¡como si estuviésemos en un baño sauna!.
O sea que hay almacenes chinos por Venezuela ???
ResponderEliminarGenial El Demonio o Diablo de la Iglesia !
O sea que hay almacenes chinos por Venezuela ???
ResponderEliminarGenial El Demonio o Diablo de la Iglesia !
Sí, muchísimos. Los venezolanos se sienten invadidos!
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