14 y 15-05-12. Llegamos a Camboriú Balneario en una
vertiginosa “rodovía” que nos lleva a un túnel bajo un morro, al salir del
mismo descubrimos que es imponente la vista de los enormes rascacielos. El arco
de medio punto y la oscuridad del túnel, contrastan con la verticalidad infinita de los edificios, que se unen a la luminosidad del cielo.
Cada edificio está diseñado pensando en el
entorno natural y en el resto de las demás construcciones. Pareciera que hay
una continuidad y, al mismo tiempo, cada uno se esfuerza en presentarse como
singular, a través del diseño, los materiales utilizados y los detalles
escultóricos y arquitectónicos.
Tanta infraestructura vacacional nos produce
cierta inquietud y, al mismo tiempo, algo de curiosidad.
Camboriú muy Miami.
ResponderEliminar-y digo sin conocer ninguno de los 2 lugares, y sin ganas de conocerlos-