10-05-12. Al estar por dejar el camping en Armaçao,
buscamos los reales guardados y ¡no aparecen por ningún lado!
Las siguientes horas fueron de nervios y
transpiración. Revolviendo, buscando por todos lados y…pensando lo peor: “nos
robaron”; aunque habíamos sido muy cuidadosos cada vez que nos alejábamos del
vehículo.
En un momento le propongo a Nel tomar unos
mates bajo los árboles para ver las cosas desde otra perspectiva y pensar más
tranquilos.
Lo hacemos, y luego decidimos partir, como
habíamos pensado.
Al finalizar de acomodar las cosas para que
no se caigan con el movimiento, lo cual lleva su tiempo, recuerdo que en algún
momento le dije a Nel que guardaba “algo” en la mochila de cuero. Meto la mano
para ver si seguía allí aquello, que no me acordaba qué era y…aparecen los
billetes. ¡Qué alegría! ¡Qué tranquilidad!
Me viene a la mente que dejamos el dinero
allí siete días atrás, cuando cruzamos la frontera. Desde ese momento, nos
acompañó todo el tiempo que usábamos la mochila.
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