Bienvenida

¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


25 may 2012

Experiencias


07-05-12. Salimos más temprano que nunca, a las 8.30 hs, preguntándonos si llegaríamos a Florianópolis en el día. Pregunta irónica ya que estábamos a tan solo unos 160 kms. pero la realidad es que nos detuvimos y bifurcamos tanto en estos días, que parecía seguir alejándose cada vez más, aunque si aparecía algo interesante…

A la hora y pico de andar nos detenemos en una banquina con tan mala suerte que el lugar estaba con barro muy blando en el que se encajaron las dos ruedas laterales de la derecha del vehículo. El desnivel con el asfalto de la ruta era importante, por lo que la casita quedó bastante inclinada.
Inútil es explicar todo lo que intentamos hacer para sacarla de allí, cada vez que arrancábamos se hundía más, en el mismo lugar o un poco más allá. Tacos de madera, ramas secas y verdes, pastos, yuyos, piedritas, algunas hojas de diario que traíamos y algunas botellas de plástico encontradas resultaron insuficientes.

Una breve discusión, con resultado abierto, hizo que uno siguiera intentando lo mismo y el otro se preguntara: ¿por qué no pedir ayuda?
Al tratar de parar algún vehículo que nos pudiera sacar, sucedió lo esperable: sólo un camioncito pasó y no se detuvo.
Pocos minutos después un típico hijo de inmigrante alemán (que en la zona hay muchos), paró en su Gol y preguntó qué pasaba. Tratamos de explicarle y se ofreció a llevar a uno de nosotros a buscar ayuda. Subí y nos dirigimos a pocos kms. donde entramos a un pequeño establecimiento en el cual estaban trabajando con hojas de tabaco.
Anderson (después le pregunté el nombre) habló con un grupo de gente mientras éstos continuaban su tarea, uno ellos de tanto en tanto me miraba de soslayo. Se dirigió luego al otro grupo de personas y empezó a hablarles también muy tranquilamente, pensé que las posibilidades de ayuda se desvanecían. En nuestra conversación en el coche creí entender que conocía a las personas pero tal vez creí mal.
En este segundo grupo había dos personas  manipulando las hojas de tabaco y otra, parada dentro de lo que parecía una pequeña heladera en desuso, las pisaba. Cuando, unos minutos después, oí el ruido a  tractor viniendo detrás de mí respiré aliviado.

Cuando llegamos Adriana ya había preparado las cosas para remolcar el vehículo.
Sacar el furgón con el tractor duró 30 segundos, les agradecimos tratando de que entendiesen todo lo que valoramos su ayuda.
Tendrán que contentarse y confiar en nuestras palabras porque, con los nervios del momento, no nos dimos cuenta de registrar el hecho.

Llegando a Floripa, como algunos le dicen, el tránsito es endemoniado, el GPS estuvo fantástico. Previo paso por Informes Turísticos, nos alojamos en un camping en el “Sul” de la isla, llamado Armaçao.
Alejandro, el rosarino dueño del camping, mostró el estilo de vida que lleva aquí desde hace doce años. (WTF!)
Noche muy agradable, iluminada por la luna llena, ya caminamos por la playa y mañana seguiremos descubriendo el lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario