Entramos a la pequeña ciudad. Sigue nublado pero agradable.
Nos llama muchísimo la atención el aspecto de destrucción que presenta el
pueblo y el malecón, siendo un destino turístico de importancia para
nacionales y extranjeros.
Días después un poblador nos comenta que Ecuador es el tercer país en
corrupción a nivel mundial y, según dice, los prefectos de la zona cumplían con
esa estadística.
Nos enteramos que no existe una entrada al Parque Nacional Machalila, que
ansiamos conocer, sino que está dividido en secciones; y desde inicios de este
año el ingreso a todos los Parques Nacionales en Ecuador es gratuito.
En Puerto López se compran los tickets para las diferentes excursiones posibles
de hacer.
Al cabo de un rato, ya habíamos reservado para ir al día siguiente a la
Isla de la Plata ( u$s 30 cada uno, excursión de todo el día).
A pesar de que estuvimos tres noches, posteriormente nos dimos cuenta que
no hicimos fotos del lugar, lo cual nos llama mucho la atención.
21-09-12. Luego de un viaje de unas dos horas, arribamos a la isla.
Caminando, podemos observar, a nuestros pies, a los piqueros de patas
azules. Literalmente a nuestros pies porque incuban los huevos a los lados de
las sendas y algunos en el medio de ésta, por lo que hay que dar un rodeo para
pasar. Ellos nos graznan pero no se mueven.
Hacen sus nidos en el suelo, esparciendo su guano (con fuerte olor a
pescado) en forma de círculo alrededor de los huevos para cuidarlos ahuyentando
predadores. Machos y hembras se turnan para incubarlos.
También vemos una danza de cortejo entre macho y hembra.
Disfrutamos de una colonia de fragatas, con sus nidos y pichones
blancos, en los árboles.
Algunas sendas están cerrados debido a la época del año.
Fragata macho en vuelo |
Después de un frugal pero sabroso almuerzo, algunos hacemos snorkel; peces
de colores acuden a la cita.
Emprendimos el regreso con el mar un poco picado, y con dificultades en uno
de los motores. Tal es así que en un momento algo “se quebró” y estuvimos
parados en alta mar una media hora. La tranquilidad del personal hizo que no
nos agitásemos, por suerte había dos barcos pesqueros a la vista.
El frío viento y la humedad quedaron compensados con un hermoso salto
de una ballena jorobada macho, que se elevó en el aire y giró sobre sí para
caer de espalda, levantando gran cantidad de agua. Otras sólo levantaban una
aleta o su cola en el mar acerado.
Cenamos frejoles con tocino de lata, bien caliente, un poco de ron y a las
21.00 hs. nos acostamos a dormir.
Que hermosa experiencia!
ResponderEliminarQue hermosa experiencia!
ResponderEliminarA Uds les puede pasar de todo, pero el alcohol never ends, eh!!
ResponderEliminarQuè lindo el snorker! No sé porque uno de Uds. no hizo.
Porque tenía miedo de tener frío!!!
ResponderEliminarQuéééé raroooo!!
EliminarA que adivino quién es!
Sì, adivinaste!!!
EliminarAhahahahahah!!!
ResponderEliminarMe olvidé de contarles que acá, en Isla de la Plata, segundos antes de hacer snorker vimos a una tortuga gigante acuática de Galápagos... HERMOSA!!!!
Le tiraban piña (ananá) y comía como si fuera el último día.
BELLA.
!Qué suerte tuviste! Debe ser hermoso verla en el agua. Nosotros no vimos ni una.
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