05-03-13. Llegamos
a Chichiriviche a las 6,30 hs de la mañana. Este pueblo es una de las entradas
al Parque Nacional Morrocoy, sobre el mar Caribe.
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| Colonia de flamencos llegando a Chichiriviche. |
Caminamos por el
malecón y por algunas de sus calles. Nuevamente nos llama la atención la gran
cantidad de residuos tirados por doquier. Basura acumulada durante días (hoy es
martes) presente por todas partes, aún donde los turistas van a embarcarse para
las islas y cayos de este parque.
Sinceramente no
nos dieron deseos de quedarnos ante este panorama..
A las 7,40 hs
estábamos de nuevo en la ruta, rumbo a Tucacas, ciudad del otro extremo del
mismo Parque Nacional.
Esta vez fuimos
sorprendidos gratamente. Nos dirigimos a la entrada del parque donde pagamos
sólo Bs F 15, por la entrada del vehículo y nos encontramos con hermosas playas
doradas, bordeadas de cocoteros y el azul Mar Caribe a nuestra disposición.
Pasamos un hermoso
día entre baños en el agua semi templada, brisa agradable, lectura, crucigrama (renovada
pasión) y caminatas.
Día relajado,
necesario ante la crisis que estamos teniendo en relación al viaje. El panorama
político no ayuda. Los largos y reiterativos discursos, demasiado seguidos del
vicepresidente Nicolás Maduro dejan entrever el desenlace. A las 17,30 hs
anuncia oficialmente el fallecimiento del Chávez como ocurrido éste día, 05 de
marzo a las 16,30 hs.
También se
adoctrinó, en este caso, al pueblo acerca de lo que tenía que hacer:
“Congregarse en la Plaza Bolivar de cada pueblo o ciudad” y “que haya paz”,
decretándose siete días de duelo.
Algunos se
conmovieron, otros se alegraron y otros permanecieron impasibles ante la
noticia.
De todos modos se previeron probables disturbios. Al abandonar al
parque nos aconsejaron pasar la noche allí mismo del lado de afuera del portón
donde quedan los guardias del parque por detrás, los del elegante Edificio
Varadero a la izquierda y los de la Guardia Nacional a la derecha.
A las dos horas
nos golpean la puerta y es el guardia del Edificio Varadero que nos sugiere,
según idea de su jefe, que subamos la Master a la vereda del complejo que está
más iluminado. Agradecidos aceptamos la invitación.
Después de cenar
caminamos hasta la Plaza del lugar donde el clima se percibía tranquilo con
grupos organizando la inminente salida hacia Caracas para despedir los restos
del presidente.
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