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¡Hola!

Este blog es un lugar, un lugar en movimiento para compartir.

Compartir los viajes, los paisajes, las vivencias, las alegrías, las reflexiones y, por qué no, las penas, que, esperamos, no sean muchas.

¿Por qué territorio? Porque es la tierra que nos aloja y es, también, el aire, el mundo material y simbólico, las ilusiones y herencias que también nos sostienen.

¿Por qué en movimiento? Porque, al movernos, lo cambiaremos y será cambiado. Por el paisaje, la gente, el camino, otros soles, nuevas lluvias; en este desafío de trasladarnos con nuestro territorio a largo plazo, en el tiempo y en el espacio.

¡Suban con nosotros y acompáñennos! ¡Pongámonos en movimiento!

Adriana y Nelson


30 abr 2013

El Paují



06 y 07-04-13. Parece un pueblito anodino, con su bodega, su borrachín y sus madres casi adolescentes charlando mientras sus pequeños hijos juegan en derredor pero, con un poco más de detenimiento, se comienzan a observar sutiles relaciones de poder, “terapias” a las que algunos se someten, extraños jardines de Rapaccini.

Los pájaros son amigables, también los canes, más hoscos sus habitantes, aunque no rehúyen al saludo nunca, ni los adolescentes. Pero siempre es posible encontrar algo en sus miradas, en algún gesto no concretado…


Unos caminan reconcentrados en sus cuestiones, otros parecen tener todo el tiempo a disposición.

Hay también un misterioso aeropuerto en la tierra roja. Recuerdo ahora que hubo mucha policía en los pocos km de la ciudad hasta aquí y todos revisaron el vehículo y nos preguntaban si teníamos parientes en la zona, ¿por qué? Supuestamente es un sitio turístico…

La construcción que funciona de iglesia, muy pequeña y azul, no se visita ni se repara hace bastante. Hay imágenes religiosas caídas, dos inmensas rajaduras en el piso que parecen querer derrumbar los muros laterales. Mi imaginación no alcanza para pergeñar que oscura ceremonia pudo haberlos producido.

Posee dos lamparitas al frente, una quemada, la otra encendida mientras haya energía eléctrica en el poblado. De 11.00 AM a 11.00PM cada día.

Aunque, avisan, en vez de las 11.00 puede comenzar a las 11.45 o 12.00 o más tarde.

El viernes a la noche, llamativamente, no hubo música ensordecedora frente a la bodega-bar, ni no ensordecedora. Por las risas planas, siempre iguales, debe haber habido marihuana. 

Todo muy tranquilo.

Noches maravillosas, plenas de estrellas, ¡lástima los incansables puri puri y las moscas!

Luego de encontrar los consabidos argentinos ( en todas partes hay argentinos), una pareja que viaja en un Citroen y otra que tiene un circo con su compañero, subimos hasta El Abismo (subir al abismo, parece una contradicción).


El Abismo nos atrajo por los comentarios que recibimos de este accidente geográfico y, por supuesto, por las múltiples resonancias del nombre. Nombre, ahora que lo pienso, que los extraños habitantes del pueblo no pueden no reconocer.



















En realidad creo que lo reconocen hasta en sus más escabrosas acepciones…

Estuvimos dos días en un camping auto service, es decir tenemos que preguntar por todo o ir adivinando: “¿porqué no hay electricidad?”, “¿dónde se puede lavar ropa?”. Tal vez esa sea la fachada. Una vecina luego nos cuenta una infidencia: allí se hacen “congresos”.


Mañana nos vamos y un habitante se “filtra” para que la llevemos a Santa Elena de Uairén…tal vez quiere saber hasta dónde comprendimos sus secretos.

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